jueves, 12 de marzo de 2009

Ventana

Me se despiertan las orugas las moscas, los pajaritos y el abrelatas cuando se abre la ventana.
Me inflama el sudor que hasta las paredes matiza; y salen volando de traviesos los rulos sobre la almohada
En un movimiento continuo llamo a las brisas y te envuelvo en un abrazo, mientras medio entre nubes, se asoman los deseos, se abren paso, burbujean por doquier

Al rugir del día le sumamos la sutileza de nuestra ascensión, espejandonos los ojos y aturdiéndonos de lamentos. Nos retorcemos y disparamos sobre la ciudad la visión que nos encandila. Coordinamos nuestras epifanías. Construimos un común acuerdo sobre la vida de las estrellas.

Y al final, luego de siglos de planificación, nos traicionamos dulcemente. Descubrimos los filosos dientes plateados, nos vibra la espalda y nos arqueamos mientras agazapados esperamos el momento preciso, Y al unisono con la ventana nos abrimos y nos deshacemos en la mañana, al ritmo de las orugas las moscas, los pajaritos y el abrelatas.