sábado, 7 de marzo de 2009

Nota 38

Ayer necesitaba acunarme en vos
moria de sed por tus brazos, de hambre de tus piernas
Requeria caricias, precisaba enredarme en los resquicios de tus pupilas
Necesitaba, de nuevo, acunarme para besarte y morderte, para recorrerte y minarte de suspiros
Y vos, con toda la razón del mundo, huías y rehuías.

Y yo, para empezar, quería explorar y desempolvar; 
paralizado, queria viajar


Pero es mejor dejar de hablar
es mejor subir y cantar
porque solo asi puedo aullarte mis lamentos
no hay otra manera de remontar lo que dia a a día entierro
lo que eternamente suprimo, escupo, desintegro

Porque entonces sera de mi que salga el sol
y con mil flechas montare el trueno buscándote
para alumbrarte y darte la dulce tibieza

Y si de un canto salen
sera también un dios y un tirano
lo que mis deseos desencadenen
pero no hay que lamentar
los tiempos de fuego y salvajismo
que son solo las semillas del sol
que son las palabras que las sillas, las paredes
las moscas  y los semáforos
me susurran dia a día