Cuando comenzamos a caer
Sin pensar, sin oler
Y ni el viento nos pudo
Arrullar
Sin saber que era todo
Sin sospechar que la mañana seria azul
Sin imaginar la suave pendiente del ayer
Y así nomás
Frene
Mi pasión, por ser
Pensando que su plegaria
Su mirada
Me indicaría la razón, por ser
Y entonces, el mar
Se interpuso, como ayer
Y el monstruoso hedor
De las culpas
Se sumergió y se olvido
Manoseándolo
Y cuando pienso en caer
Me sumerjo y me olvido
Saboreando cada arroz, cada vez
Ya vez, la mar
No es un tiempo prohibido
No mas
Sintió, tu mano el ardor
De saberse, por ser
Salió, el monstruo de mar
Subió, la callosa razón
Por una escalera, por un viento
Fugaz
Se arrullan, las gaviotas en tu mar
Cuando la verdad se encapricha
Por ser