jueves, 6 de abril de 2006

Cuando comenzamos a caer

Cuando comenzamos a caer

Sin pensar, sin oler

Y ni el viento nos pudo

Arrullar


Sin saber que era todo

Sin sospechar que la mañana seria azul

Sin imaginar la suave pendiente del ayer


Y así nomás

Frene

Mi pasión, por ser


Pensando que su plegaria

Su mirada

Me indicaría la razón, por ser


Y entonces, el mar

Se interpuso, como ayer


Y el monstruoso hedor

De las culpas

Se sumergió y se olvido

Manoseándolo


Y cuando pienso en caer

Me sumerjo y me olvido

Saboreando cada arroz, cada vez


Ya vez, la mar

No es un tiempo prohibido

No mas


Sintió, tu mano el ardor

De saberse, por ser


Salió, el monstruo de mar

Subió, la callosa razón


Por una escalera, por un viento

Fugaz


Se arrullan, las gaviotas en tu mar

Cuando la verdad se encapricha

Por ser