lunes, 1 de junio de 2009

Danza

Cuando no hay palabras para llamar a las nubes

Se requiere un correteo, de puntillas una figuración

Se debe llamar, con la punta de los dedos

Besando vientos, encendiéndolos con las alas



Luego amasar de reojo un sol

Y volverse cien veces en un trompo curvilíneo

Recorrer y explorar las divinidades


Rápido, sin ver el adiós debemos salir del agua

Elevando el océano en la cabellera

Y buscar el beso tripartito


De ahí al bajar será un diluvio demencial

Y me dedicare a patinarlo, de puntillas animarlo